Monumento a la Policía Nacional en su bicentenario

1º. Exposición de motivos:

El próximo 13 de enero de 2024 se cumplirán doscientos años de aquel 13 de enero de 1824 en el que, siendo Rey de España Fernando VII, se creó la Superintendencia General de Policía del Reino, el antecedente directo más remoto de la actual Policía Nacional. Se considera, por tanto, el nacimiento de la Policía Española.

Creemos que una efeméride como ésta no debería pasar inadvertida para la sociedad española, motivo por cual, se están preparando una serie de actos de carácter oficial/institucional que servirán para conmemorar fecha tan señalada.

Al igual que sucediera en 1999, con motivo de la celebración del 175º aniversario, se sucederán las iniciativas en todo el territorio nacional, muchas de ellas restringidas o limitadas al ámbito puramente corporativo, si bien, otras trascenderán de este ámbito. En aquella ocasión, como muchos recordamos, se celebraron actos conmemorativos, de diferente entidad, en la mayoría de las plantillas, aprovechando para colocar en las dependencias una placa con un texto alusivo a la efeméride; se abrió en Madrid una magna exposición del devenir histórico de la Institución; se editó un sello de correos y diferentes publicaciones…

Lo cierto es que, de todo aquello, la mayoría fue efímero. El único resto que queda para perpetuar la celebración del aniversario son las placas instaladas en las dependencias. Lo demás desapareció con el paso del tiempo.

Ahora, veinticinco años después de aquella conmemoración, nos encontramos en la víspera de la celebración del II Centenario. Una efeméride que no se celebra todos los días y que muchas Instituciones no llegaron ni llegarán a cumplir.

Por todo lo expuesto, ha llegado el momento de iniciar acciones conducentes a perpetuar no sólo esta celebración, sino la realidad histórica de la Policía Española.

Pensamos que una forma de hacerlo es plasmarla en un monumento, situado en un lugar visible, que sirva como público reconocimiento de la sociedad española a su Policía y, de alguna manera, a los policías de todos los tiempos que dieron su vida por España en el cumplimiento de su deber. Un monumento que sirva para perpetuar en el tiempo estos doscientos años de servicio a España.

2º. El modelo de la figura:

Durante los últimos años estamos asistiendo a la proliferación de monumentos en honor a personajes históricos (Blas de Lezo), gestas históricas (Héroes de Baler) o cuerpos gloriosos (La Legión), por citar algunos ejemplos que sirven para perpetuar la memoria de lo que en ellos se representa.

En el caso del que nos ocupa, no tendría mucho sentido intentar representar a un miembro de los Cuerpos que trabajaron de paisano, ya que no sería fácilmente reconocible ni suficientemente representativo. Por otra parte, el los uniformes de los cuerpos policiales uniformados que sirvieron entre 1824 y 1870 no son suficientemente representativos ni reconocibles por el público no especializado. Queda, por tanto, recurrir a una imagen de los Cuerpos uniformados del siglo XX, por ser además los más conocidos por la sociedad. Se debería descartar tanto al Cuerpo de Seguridad y Asalto (II República) como al de la Policía Armada (1941-1978), debido a su sesgo político. En la misma medida se debería descartar al Cuerpo de Policía Nacional (1978-1986) dado lo efímero de su historia, así como al actual Cuerpo Nacional de Policía debido a que lo que se quiere representar es la historia corporativa, no rendir un homenaje a la Policía actual que ya queda representada dentro del contexto histórico general.

Nos parece, por ello, que es el Cuerpo de Seguridad el más adecuado para homenajear en él toda la historia de la Policía. En septiembre de 1920, con la publicación de la nueva Cartilla y la creación de las Oficinas de Vestuario, comienza, a unificarse la uniformidad del Cuerpo de forma eficaz. Entre los años 1922 y 1925 se adopta un nuevo uniforme unificado en toda España, llegando así hasta la proclamación de la II República que comienza a introducir modificaciones de calado. Por tanto, creemos que el modelo a emplear debería ser el de un Guardia de Seguridad, con el uniforme de 1925, por ser el más estético y representativo para servir como elemento central del monumento.

Es el Cuerpo de Seguridad el que ha protagonizado uno de los hechos que podríamos considerar entre los más importantes o significativos de la historia de la Policía: la intervención el 13 de abril de 1913 de la Policía, tanto de uniforme como de paisano (Cuerpo de Seguridad y Cuerpo de Vigilancia), actuando casi simultáneamente, evitando que el anarquista Sancho Alegre pudiera encontrar el acomodo suficiente para disparar de forma efectiva contra S.M. el Rey Alfonso XIII. En otros atentados o tentativas de regicidio también han tenido un papel protagonista, pero ese día lo fue de forma tan evidente que el gentío paseó en hombros al Guardia de Seguridad protagonista, en ambiente festivo y triunfal, clamando sociedad y prensa por la recompensa y premio a los intervinientes.

3º. El Monumento:

Se está trabajando sobre un monumento sencillo y austero, pero vistoso, consistente en un pedestal, una peana y, sobre ella, la imagen descrita en actitud vigilante y serena. La obra será una creación de Salvador Amaya, escultor de sobra conocido por ser el autor de los monumentos anteriormente mencionados que ya forman parte de la iconografía de la historia monumental.

El pedestal será de una altura de tres metros para evitar que se pueda escalar y vandalizar con facilidad, teniendo un tratamiento específico para evitar este tipo de acciones. Sobre ella, se situará la figura central de 2,70 m. de alto.

Las cuatro caras de la peana deberían llevar elementos alusivos.

En la frontal: La leyenda “II Centenario de la Policía Española (1824-2024)” y sobre ella el Escudo Nacional.

En la posterior, el recuerdo a todos los Policías caídos en acto de servicio con una frase como “A los Policías muertos por España” y la leyenda “Pro patria mori eternum vivere” o “Dulce et decorum pro patria moria” y, sobre ella, la imagen del Santo Ángel.

En las caras laterales, la evolución de las Placas utilizadas por la Policía de paisano desde la de 1887 hasta la actual en una, y en la otra, los emblemas de los Cuerpos uniformados desde el de Orden Público hasta el actual de la Policía Nacional.

Opción 2. Unificar las caras laterales para incluir la leyenda en la que se pueda incluir a los colaboradores más importantes en la cara que quedara libre. 

Por lo que respecta al material, tanto la peana como el pedestal serán de granito, y la figura de bronce.

4º. Ubicación:

La ubicación concreta se encuentra en fase de negociación con distintos ayuntamientos.

5º. La figura central:

La figura central del monumento está constituida por un Guardia del Cuerpo de Seguridad vistiendo el uniforme reglamentario de invierno, con prenda de abrigo, que figura en la Cartilla publicada el 6 de agosto de 1925 (Gaceta nº 218).

En esta Cartilla el uniforme de invierno, con prenda de abrigo, se describe con detalle. Omitimos su descripción por estar fielmente representada en el boceto realizado por el autor, que estará a su disposición en la reunión que se pueda formalizar a tal efecto.

6º. Financiación:

Hay que poner el acento en que la modalidad elegida es la tradicionalmente conocida como “suscripción nacional”, que es la que permite la participación de toda la sociedad, de todo el país, y mostrar así el apoyo a la iniciativa. El monumento será un regalo de la sociedad, representada en las aportaciones de particulares y personas jurídicas a la Ciudad de Madrid, homenajeando a la Policía y su historia íntimamente ligada a la ciudad. Se espera que el grueso de las donaciones se reciban como pequeñas aportaciones de particulares, siendo las mayores en el orden económico, pero menores en número, de instituciones, fundaciones, y entidades.

Nos dirigiremos también al personal del Cuerpo, en cualquier situación administrativa, buscando su pequeña aportación. En cierta medida también será un regalo de los policías a los ciudadanos, reconociendo el cariño y soporte que tantas veces ha encontrado en la sociedad civil.

Al ser una acción amparable por la Ley de Presupuestos Generales para 2022 (Ley 22/2021, de 28 de diciembre), que en su Disposición adicional quincuagésima novena habla de los «Beneficios fiscales aplicables al evento «Bicentenario de la Policía Nacional»» se entiende que las donaciones serán bonificables y, por tanto, de fácil captación de cara a pequeñas, medianas y grandes empresas, que de esa forma pueden expresar su cariño a uno de los cuerpos más valorados en todas las encuestas, recuperando parte del donativo por la bonificación (la decisión final corresponde a la interpretación de Hacienda sobre cada donación en particular).

El precio total, según los presupuestos provisionales, es de 130.000 € más IVA, a los que habrá que añadir los gastos del Arquitecto y los relativos a la instalación, que dependerán de la ubicación definitiva.

El posible excedente se empleará en los gastos asociados: propaganda, gastos bancarios, gastos administrativos. Si siguiera sobrando dinero se repararía la sepultura del fundador de la Policía, don José Manuel de Arjona de Cubas, Corregidor de Madrid en 1816, que seguramente fue profanada intentando robar los posibles objetos de interior del enterramiento y se encuentra rota con una reparación funcional y no estética.

Lápida del enterramiento del fundador de la Policía. Cementerio de San Isidro de Madrid

El proyecto cuenta ya con el apoyo de la mayoría de las organizaciones sindicales, esperando cerrar el apoyo de la totalidad esta misma semana. También se cuenta con el apoyo de ANDFCAE, PETEC, Asociación Ángeles Custodios, y AJPNE (jubilados), cubriendo la masa social de la Policía desde el primer momento y antes de la presentación oficial del proyecto, momento en que se recabará el apoyo de asociaciones de todo tipo.

Madrid, 20 de noviembre de 2023