Categorías
General Testimonios

Nuestro Presidente

Luis Mairata, Sargento Honorífico del Ejército de Tierra

Comencé a donar con 18 años. Creo que la primera vez fue en el autobús de sol, después en el autobús que venía a la universidad, y pronto empecé a repartir mi sangre por numerosos lugares, estando inscrito también como donante de médula.

La verdad es que no recuerdo quién me movió a donar, porque desde antes incluso de empezar a hacerlo ya tenía muy claro el valor de la sangre y la necesidad de hacerse donante.

Aunque la mayoría de las veces he donado en Madrid, también lo he hecho como mínimo en las dos Castillas, sin poder saber el número de veces que lo he hecho. Es una eterna tarea pendiente intentar conseguir acreditar esas donaciones, ya que sólo tengo cierta certeza de las donaciones en Madrid.

En Madrid desapareció la Hermandad, no sé siquiera si la he conocido en funcionamiento, así como la nacional de la Seguridad Social.

Soy un gran aficionado a la Historia, por lo que conocía sobradamente la condecoración militar por ser donante de sangre, pero como me decía algún veterano de la mili «nos importaba más el día que nos daban libre».

Un buen día comencé a indagar cuál era la situación de hermandades y reconocimientos, viendo que unos y otros estaban desmantelados, o simplemente desaparecidos, aunque no hubieran sido disueltos. En Madrid, por ejemplo (siento citarla tanto pero al ser mi tierra es lo que más conozco), la Cruz Roja daba su propia medalla a los donantes, medalla que, como muchas otras, han dejado de entregar.

Así, en distintas conversaciones con diversas personas de distintos cuerpos, me convencí de la necesidad de hacer algo al respecto, y varios de mis contertulios me animaron a ello. Lo pensé, busqué estatutos, y con la ayuda de Francisco Javier Martínez Camarero y Miriam Ponce Gadea, fuimos dando forma al proyecto, que culminó con su presentación y aceptación en el Registro Nacional de Asociaciones.

A partir de entonces he recibido multitud de testimonios de socios y personas que se han acercado a nosotros. Muchos de ellos han coincidido en nuestro análisis de la situación y en la creencia de la necesidad de una Asociación como la nuestra. Esto es una muestra del abandono del donante por parte de las administraciones.

La donación es una actividad que en España es altruista por ley, y en la que como país somos líderes, pero que hay que cuidar y fomentar, puesto que si no se hace así terminará decayendo. A pesar de ser líderes en donaciones, por ejemplo de órganos, somos deficitarios y no cubrimos nuestras propias necesidades, recurriendo a la compra de sangre a países en los que la donación no es altruista. Un contrasentido, y una situación que precisa de la ayuda e implicación de todas las administraciones.

Vimos un problema y, en la medida de nuestras posibilidades, nos pusimos manos a la obra para comenzar a solucionar algunas parcelas del problema, puesto que con nuestros medios no está en nuestra mano una solución total.

No he podido dedicar ni todo el tiempo que he querido ni todos los recursos, y desde aquí me disculpo por ello. La pandemia, y las excusas múltiples que ésta nos ha dado en todas las parcelas, nos han dificultado el trabajo.

Pero, a pesar de todo, avanzamos, y cada vez con más fuerza.

Todo esto y un accidente me han impedido ser más insistente a la hora de conseguir reuniones con organismos oficiales. Por largo que sea el camino, avanzaremos siempre que nos sea posible, y no retrocederemos ni nos rendiremos.

Desde aquí estoy a la disposición de todo aquel que lo necesite, puesto que nuestra vocación es la de servir.

*** Voluntario en el SAMUR Protección Civil (2006-2013), actualmente es voluntario en Cruz Roja (desde 2014). Es miembro de la junta directiva de la Orden de la Placa y Mérito de Estudios de la Policía Española, y miembro de número de PETEC. Su desempeño laboral se desarrolla en el mundo de la Informática, estudios que complementó con la Filosofía, la Teología, y la Historia Militar.

Su labor ha sido reconocida con distintas medallas a la constancia y el mérito.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *