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Testimonio de un trasplantado

SUPERACIÓN DE UNA CARDIOPATÍA Y TRASPLANTE DE CORAZÓN

Todo comenzó un 6 de Mayo de 1997, si me tuviera que describirme lo haría como una persona demasiada buena, trabajadora, seria, luchadora, que no conoce los limites y supera cada obstáculo que le pone la vida.

Durante toda mi vida he tenido presente mi cardiopatía con la que nací hace 22 años, sabiendo  que tenía que enfrentarme a dicha enfermedad y llevarla lo mejor posible.

Nada más nacer me provocó 4 paradas cardiácas, una de ellas me dio en el traslado al hospital, provocándome así una falta de oxígeno y una discapacidad intelectual.

Con 30 días de vida tuve que ser trasladado al hospital Gregorio Marañón. Me enfrente a mi primera operación a corazón abierto por mi cardiopatía “Hipoplasia Ventricular Izquierda” siendo la primera persona que a nivel nacional se le realizaría dicha intervención quirúrgica, continuando con una segunda intervención  a los 6 meses de vida, y finalizando con una tercera con  5 años de vida. Ésta conllevó 6 meses de ingreso y tener la pérdida de masa muscular. En medio de una de las intervenciones dentro del quirófano se quedaron sin sangre,  del grupo 0-, y cogí un virus de quirófano que me provocó un encharcamiento de los pulmones con sangre, y tener que reintervenirme de urgencias.

En esta intervención tanto mi padre como mi tío (Policía Nacional y Policía Municipal) tuvieron que movilizar las salas del 091 del Cuerpo Nacional de Policía, 092 de la Policía Municipal de Madrid, y 062 de la Guardia Civil, para conseguir la donación urgentemente de sangre para mí.

Las intervenciones a corazón abierto no finalizaron ahí. Con 12 años se me rompieron los enganches que unen el esternón y tuve que volver a quirófano.

No fue el último reto que me ha puesto la vida, durante los años de 2005 a 2017 tuve que enfrentarme al acoso escolar derivado por la cardiopatía y discapacidad intelectual que tengo. Aunque tenía que soportar dicho acoso, realizaba charlas dirigidas a los compañeros con los que me estaba formando, siendo parte de los destinatarios las mismas personas que me estaban acosando. Aun así,  me sobreponía a la dificultad con el fin de intentar evitar que otros compañeros sufrieran la misma situación.

CUANDO LA VIDA TE DA UN GIRO DE 360º

Después de haberme enfrentado a diversas operaciones y situaciones, la vida vuelve a darme un giro de 360 grados. Con 17 años me comunican que la cardiopatía que tengo me ha provocado un daño colateral al hígado, provocándote una cirrosis hepática aguda con nódulos y varices sangrantes, teniendo solo dos opciones: el trasplante de corazón o trasplante de hígado y corazón. Elegí el trasplante doble, pero al final solo aprobaron el trasplante de corazón.

Aunque no imaginaba que de nuevo me caería el mundo encima, decidí dar el paso y enfrentarme a esta situación. En el año 2018 me realizaron las pruebas de selección para entrar en el programa de trasplantes de órganos del Hospital Gregorio Marañón.

Esta situación me provoco daños psicológicos y llegar a límites que nunca imaginaria que llegaría, incluso iba tachando los días en el calendario…

Iba a poner el cronometro a 0 para esperar que llegara esa llamada y poder empezar una nueva vida con nuevos objetivos y metas.

Lo malo era ir viendo que te quedabas en casa, no conseguías hacer vida normal, no tenía vida social, y eso me fue minando, entrando en una depresión en la que me provocaba estar llorando todo el día, ansiedad, exclusión social, e incluso llegué a abandonar el deporte que practicaba.

El deporte para mí fue la medicina, mi psicólogo, tanto físicamente como psíquicamente, gracias al boxeo que practicaba a diario, y al apoyo de mis dos equipos.

LA LLAMADA EN QUE TE COMUNICAN QUE HAY UN CORAZÓN

Nunca me tumbaba pero recuerdo que aquel día me tumbé, y de repente sonó mi teléfono. Recibí aquella llamada el 8 de Julio 2019 a las 18:47 horas, y me comunicaron que había un posible donante y corazón con la frase de “Iván Santos, hay un posible donante para ti”. Mi cabeza se quedó bloqueada, te encuentras con varias sensaciones, la sensación de pensar si es una broma, angustia, ganas de llorar, risa, nervios y el corazón acelerado.

Entonces corriendo procedí a llamar a mi madre, a mi padre, y a mi amigo y casi familiar, el ex cardiólogo Enrique Maroto. A don Enrique le propuse a la Junta, y ésta le concedió, la medalla al mérito de los Santos Ángeles Custodios, por todas las vidas que, como la mía, ha conseguido cambiar.

Cuando me estaba dirigiendo al hospital, a escasos metros volví a recibir otra nueva llamada preguntándome que dónde me encontraba, que no había tiempo que perder para ser intervenido.

LA ENTRADA AL HOSPITAL Y QUIRÓFANO

Cuando procedí entrar en el hospital, la 5 planta del Hospital Gregorio Marañón, ya me estaba esperando un anestesista del equipo de trasplantes y entré al quirófano andando, riendo, y hablando tranquilamente con el anestesista y la gente que componía el equipo del quirófano, como si fuera una cosa normal de día a día.

RECUPERACIÓN Y FINAL DE LA HISTORIA

Tras la operación, y tras unos días de recuperación en la UVI, salí andando de dicha zona hacia la habitación y me recuperé enseguida, tanto que los médicos no entendían que habiendo transcurrido solo 3 semanas tuviera una  recuperación tan buena, volviendo a casa y pudiendo hacer vida normal.

Agradezco a la Asociación Nacional de Donantes de las Fuerzas y Cuerpos Armados de España poder compartir mi historia, la de las dificultades de una vida con el horizonte oscuro, pero también la de tantas personas que contribuyen con sus donaciones de sangre y órganos a que personas como yo puedan recuperar la esperanza, retrasar su cita con la muerte, mejorar su calidad de vida, volver a vivir y a vivir con ilusión.

Ésta es la contribución que hacéis a la sociedad todos los donantes, la que nadie suele mostrar, la que os hace tan grandes.

Gracias, donantes, por vuestra generosidad, por darnos vida, por estar ahí cuando os necesitamos.

Iván Santos Adán

N.R: Iván demuestra su gran amor a la Policía allí por donde va.

Su agradecimiento le ha llevado a ser miembro activo de la Asociación de los Santos Ángeles Custodios, amigos de la Policía Nacional, desde donde trabaja en la difusión de la cultura policial.

La sangre azul de la Policía Nacional corre por sus venas, tanto por ser hijo del Cuerpo, como por haber acudido sus miembros a donar cuando así lo necesitó, como también lleva la de los compañeros de su tío de la Policía Municipal de Madrid.

Es un testimonio de lo que hace la sangre y los órganos de todos los que donamos, de lo que hace vuestra generosidad. Es uno de los rostros que nunca vemos, un rostro sonriente y agradecido.

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Voluntariado en Tierra Santa 2022

Álvaro, uno de nuestros primeros socios, infante para más señas, ha dedicado sus vacaciones de este año a un voluntariado muy especial. Ha dedicado este tiempo al cuidado de los más vulnerables, así como a labores materiales de limpieza y bricolaje en una casa de acogida de las Hermanas del Verbo Encarnado. Le invitamos a que comparta con todos nuestros seguidores su experiencia:

“Me gustaría compartir con ustedes la actividad que desarrolló un grupo de personas de manera altruista, dedicando su tiempo a intentar mejorar, dentro de sus posibilidades, la situación en Tierra Santa.

Dicha actividad consistió en un Voluntariado organizado por la Lugartenencia de España Occidental de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, y llevó a 16 voluntarios españoles hasta las localidades de Belén y Jerusalén, donde dieron lo mejor de sí en beneficio de los niños más necesitados, trabajando en la Crèche y en el Hogar Niño Dios (Hermanas del Verbo Encarnado); así como la colaboración con la Custodia Franciscana de Tierra Santa.”

Los cristianos en Tierra Santa son el colectivo más vulnerable, y la misión de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén el cuidado y sostenimiento espiritual y material de la presencia de la Iglesia en la tierra de Cristo. Una labor ingente, en la que la Iglesia se enfrenta al reto de acoger y mantener a todos los que son desechados en aquella sociedad, en especial los niños, y principalmente los que están enfermos.

Don Álvaro ha sido merecedor de la Cruz al Mérito y Reconocimiento como Donante. ¡Enhorabuena por su labor y gracias por su ejemplo!

En los siguientes enlaces podrán tener acceso a la Sección de Noticias de la página oficial de la Lugartenencia de España Occidental de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, donde se cuentan los detalles de dicho voluntariado:

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Nuestro Presidente

Luis Mairata, Sargento Honorífico del Ejército de Tierra

Actividad como donante:

Comencé a donar con 18 años, creo recordar que la primera vez fue en el autobús de sol, después en el autobús que venía a la universidad, y pronto empecé a repartir mi sangre por numerosos lugares, estando inscrito también como donante de médula. La verdad es que no recuerdo quién me movió a donar, porque desde antes incluso de empezar a hacerlo ya tenía muy claro el valor de la sangre y la necesidad de hacerse donante.

Aunque la mayoría de las veces he donado en Madrid, también lo he hecho como mínimo en las dos Castillas, sin poder saber el número de veces que lo he hecho. Es una eterna tarea pendiente intentar conseguir acreditar esas donaciones, ya que sólo tengo cierta certeza de las donaciones en Madrid.

Soy un gran aficionado a la Historia, especialmente la militar (tengo el Máster en esta materia por la Universidad de Santiago de Compostela y a falta de la defensa del TFM el de la UNED), por lo que conocía sobradamente la condecoración militar por ser donante de sangre, que como la mayoría de las distinciones ha desaparecido.

Un buen día comencé a indagar cuál era la situación de hermandades y reconocimientos, viendo que unos y otros estaban desmantelados, o simplemente desaparecidos, aunque no hubieran sido disueltos. En Madrid, por ejemplo ( al ser mi tierra es lo que más conozco), la hermandad desapareció al transferirse las competencias a las comunidades autónomas, y la Cruz Roja que daba su propia medalla a los donantes, la ha dejado de entregar.

Así, en distintas conversaciones con personas de diversos cuerpos, me convencí de la necesidad de hacer algo al respecto, y varios de mis contertulios me animaron a ello. Lo pensé, busqué estatutos, y con la ayuda de Francisco Javier Martínez Camarero y Miriam Ponce Gadea, fuimos dando forma al proyecto, que culminó con su presentación y aceptación en el Registro Nacional de Asociaciones de la Asociación, que con vocación de hermandad, recuperase la visibilidad de una actividad tan necesaria como recurrente entre los uniformados, que siempre hemos demostrado una especial sensibilidad hacia ella.

A partir de entonces he recibido multitud de testimonios de socios y personas que se han acercado a nosotros. Muchos de ellos han coincidido en nuestro análisis de la situación y en la creencia de la necesidad de una Asociación como la nuestra. Esto es una muestra del abandono del donante por parte de las administraciones y la falta de reconocimiento de la entrega constante de nuestros servidores.

La donación en España es una actividad altruista por ley, en la que como país somos líderes, pero que hay que cuidar y fomentar, puesto que si no se hace así terminará decayendo. A pesar de ser líderes en donaciones, por ejemplo de órganos, somos deficitarios en donaciones de sangre y no cubrimos nuestras propias necesidades, recurriendo a la compra de sangre a países en los que la donación no es altruista. Un contrasentido, y una situación que precisa de la ayuda e implicación de todas las administraciones. Vimos un problema y, en la medida de nuestras posibilidades, nos pusimos manos a la obra para comenzar a solucionar algunas parcelas del problema, puesto que con nuestros medios no está en nuestra mano una solución total.

No he podido dedicar ni todo el tiempo que he querido ni todos los recursos, y desde aquí me disculpo por ello. La pandemia, y las excusas múltiples que ésta nos ha dado en todas las parcelas, nos han dificultado el trabajo. Pero, a pesar de todo, avanzamos, y cada vez con más fuerza. Todo esto y un accidente me han impedido ser más insistente a la hora de conseguir reuniones con organismos oficiales. Por largo que sea el camino, avanzaremos siempre que nos sea posible, y no retrocederemos ni nos rendiremos.

Desde aquí estoy a la disposición de todo aquel que lo necesite, puesto que nuestra vocación es la de servir.

*** Caballero de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén, voluntario en el SAMUR Protección Civil (2006-2013), voluntario en Cruz Roja (desde 2014), miembro de PETEC, HROC San Cristobal, colaborador de numerosas asociaciones del ámbitos de las FCSE y FAS. Su desempeño laboral se desarrolla en el mundo de la Informática, estudios que complementó con la Filosofía, la Teología, y la Historia Militar.

Su labor ha sido reconocida con distintas medallas a la constancia y al mérito.